La panza- Sexualidad estando embarazada-

La panza - Sexualidad estando embarazada-

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Hace no mucho, una paciente embarazada vino con su pareja varón porque no se encontraban en sus encuentros sexuales.

El embarazo había sido sano, sin contraindicaciones médicas, peeerooo… ahí estaban los miedo de que duela, de lastimarse, de lo incómodo que era subirse arriba. Por suerte hay mucho más que el perrito e ir arriba que pueden incorporarse a tus encuentros.

Muchas mujeres durante su embarazo sufren cambios de humor, de deseo y por supuesto corporales. No necesariamente el deseo sexual baja ni tampoco la sexualidad se pone en pausa.

Quizás al principio como tu cuerpo no está tan cambiado en tamaño y la panza aún no se nota mucho, no notes la diferencia y puedas hacer todo lo que más o menos venías haciendo.

Sin embargo el tiempo pasa y la panza crece, muchos varones heteros suelen incluso plantear que tienen miedo de lastimar al bebé… mitos, mitos por todos lados.

A medida que la panza crezca, las posturas deberán irse adaptando, algunas por el peso, otras por el tamaño y otras por la elasticidad de tu cuerpo. Él también deberá adaptar su cuerpo, flexibilidad y fuerza, si te encuentras en una pareja hetero.

El embarazo te puede abrir una gran puerta a experimentar nuevos placeres como el tantra, medicaciones, juegos de roles donde puedas recibir placer sin tener que moverte mucho…

 

Algunas ideas de prácticas seguras durante el embarazo:

 

Juego de roles: donde te aten a la cama y te practiquen sexo oral o te masturben con algún juguete o la mano. Puedes usar geles con efecto calor, frío o sabores.

Es ideal para cuando el embarazo está avanzado porque la panza queda hacia arriba y no va a molestar en el camino. Si quieres ver lo que te hacen puedes poner almohadas o almohadones debajo de tu espalda y cuello. De lo contrario cerrar los ojos o usar un antifaz te va a permitir conectarte más con el  tacto.

 

69 de costado: este es multifacético y vale para todo el embarazo. La idea es que te pongas de costado y tu partener igual. Pueden practicarse sexo oral (si la panza aún no estorba o si hay gran diferencia de altura) o bien masturbarse mutuamente si la panza está más grande. En las masturbaciones podés incorporar juguetes y lubricantes.

 

El viejo y confiable perrito: Invertí en almohadones. Podés hacer un “nido” para sostener tu panza y que tu compañerx te penetre o masturbe detrás. Ideal si el embarazo está avanzado.

 

La vaquera invertida:  arriba y de espaldas a tu compañero podés ser penetrada o también frotar con su cuerpo o genitalidad. Si la panza no está muy grande podés inclinarte hacia adelante y sujetar sus tobillos de esta manera el puede ver mejor tu trasero y también estimular tu ano o zona perianal.

 

Usar una silla tipo matera o poltrona: en una silla lo suficientemente firme y cómoda podés subirte encima de tu partener y ser penetrada o frotarse los genitales para alcanzar el placer.

 

Al borde de la cama: te vas a colocar mirando hacia arriba al borde de la cama y tu compañero arrodillado en el borde de la cama va a poder penetrar y también estimularte el clítoris.

 

Cucharita: es un clásico y te va a permitir descansar el peso de la panza en el colchón. También podés incorporar juguetes o estimulación manual del clítoris.

 

Recordá que estas son algunas ideas a modo de guía. Con creatividad y comunicación el cielo es el límite.

Espero que te sirvan estas ideas.

Abrazos