La vergüenza, el freno de nuestro placer

La vergüenza, el freno de nuestro placer

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María llega a sesión cansada de una idea que gira sin parar en su mente: qué va a pensar Carlos de cómo me muevo. Matías me dice: “ella se va a dar cuenta que no sé mucho de sexo, me da vergüenza que piense que soy un tarado”. Otro día llega Juan y me cuenta que su novio le agarró la panza y pensó que era porque había subido de peso y ya no le gustaba más.

Todas estas historias son reales y moneda corriente en mi consultorio. Muchas personas llegan agobiadas por sus ideas de cómo deberían ser, moverse o qué prácticas de moda hay que practicar para ser “bueno o buena” en la cama.

Les ofrezco un café, un té o un mate y lentamente nos miramos mientras hablamos de cómo los pensamientos intrusivos nos arruinan el placer y cómo esos pensamientos suelen venir acompañados de emociones como la vergüenza o el miedo.

La vergüenza es una emoción y como tal es involuntaria. No elegimos sentirnos incómodas en situaciones eróticas, sin embargo es algo que ocurre. Pero… ¿por qué nos dan vergüenza cosas tan naturales como olores, posturas, formas corporales u otras cosas?

Bueno en la crianza que hemos tenido, en lo social, la escuela a la que fuimos, incluso las amistades que construimos nos han moldeado la idea de cómo es el sexo, de cómo deberíamos comportarnos y performar (actuar) en él.

Ahí es , cuando no hacemos lo que se supone, cuando el cuerpo no es el que se supone erótico, cuando no corresponde con eso que nos dijo la familia, ahí está la vergüenza. Diciéndonos miráte… “así no sos buena, así no te van a querer, seguro otra persona lo hace mejor que vos”.

La vergüenza puede reducirse con los tratamientos sexológicos, entiendo que las personas somos todas diferentes y dignas de ser amadas y deseadas. Muchas veces es la emoción lo que necesitamos manejar de forma distinta, otras es el pensamiento. Comenzar por uno u otro es indistinto, ambas formas nos llevarán a poder vivir más el aquí y ahora de una sexualidad plena y llena de disfrute.

¿Alguna vez te pasó de encontrarte avergonzada o avergonzado y no poder disfrutar?

Si sí, te dejo este reel de instagram para que veas que es algo común en la vidade las personas:

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